Trabajar desde casa es igual que remolonear en la cama a primera hora de la mañana: estás muy cómodo, pero si te relajas demasiado, llega el desastre. No te preocupes, a través del siempre fiable ensayo y error es posible encontrar el equilibrio y ser un auténtico ‘crack’ en el trabajo remoto. Un ‘crack’ en pantalón de pijama, pero ‘crakc’, al fin y al cabo.
Hoy te traemos ideas para que trabajar desde casa deje de ser un engorro diario y pase a convertirse en una opción viable para ti. ¿No te lo crees? Sigue leyendo, que nos lo vas a agradecer.
Los mejores ‘tips’ para que ser imparable en el teletrabajo.
Nuestro primer consejo puede sonar absurdo, pero no lo es: tu sofá es una trampa, no un escritorio. La comodidad que ofrece y lo cerca que (generalmente) está del televisor lo convierten en un foco de dolores de espalda constantes y en un ladrón de tiempos y atención. La solución, por suerte, es de lo más simple: invierte en un escritorio y una silla adecuados para tu trabajo.
En segundo lugar, tu dormitorio es un espacio de descanso, no de trabajo y estrés. Marcar una división entre tus zonas de trabajo y descanso ayudará significativamente a mejorar tanto tu productividad laboral como la calidad de tu descanso.
Tercero, y de las peores: cuando tu casa es tu oficina, las líneas que separan tu vida profesional y personal comienzan a difuminarse, haciéndote perder el foco en ambas áreas. Por ello, pon límites para ambas y mantén cada una en su lugar y su tiempo; diseña unos horarios que cubran tus necesidades en ambas áreas y sé firme a la hora de cumplirlos.
Cuarto -ésta es mi «favorita»-, tener la cocina a apenas 10 pasos de distancia es un peligro si te gusta picar entre horas. Una pequeña pausa a media mañana para comer algo ligero y volver luego a seguir con tus tareas no es mala idea, pero si las pausas se suceden cada hora, con su correspondiente aperitivo, tus resultados y tu salud se resentirán. En lugar de eso, procura disponer de opciones saludables -un buen truco es colocar los que no lo sean en sitios a los que cueste llegar-, organiza tus horarios para comer de forma regular y evita la tentación que supone la nevera.
Quinto: trabajar desde casa implica un aislamiento involuntario pero muy real. ¿Cómo lo evitamos? Agéndate descansos virtuales para el café -si sois varios teletrabajando, Zoom o Google Meets son vuestras mayores aliadas-, participa en eventos de networking virtual y procura socializar cuanto puedas fuera de tu jornada laboral. Tu cabeza lo agradecerá.
Por último, el teletrabajo requiere disciplina. Tus superiores no van a estar para vigilarte por encima del hombro, por lo que es fácil caer en relajarse en exceso y comenzar a dejar cosas de lado sin darte cuenta. Por ello, es bueno que planees tus estrategias para mantener la concentración y optimizar tu tiempo y resultados. ¿No sabes cómo hacerlo? Aquí tienes unas cuantas ideas que te irán de miedo.
Y recuerda, si el teletrabajo al final no es para ti, no pasa nada: ¡en Oficinas YA! tienes tu espacio esperándote con las puertas abiertas!