La productividad laboral es uno de los temas más importantes en nuestra jornada porque, la verdad sea dicha, nadie quiere sentir que pasa ocho horas metido en el trabajo para descubrir, al final de la jornada, que apenas ha hecho nada respecto de esa pila de tareas pendientes. No es agradable la sensación de perder el tiempo o, peor aún, de no sacarle partido a todas las horas que estás en la oficina.
¿Te interesa mejorar tu productividad? Pues sigue leyendo, porque te traemos varios consejos que van a convertir tud jornadas en un ejemplo de foco y tiempo bien empleado
Practica el deep work
Si quieres aumentar tu productividad el deep work es tu mejor aliado. La Universidad de California calculó en un estudio que tardamos una media de 23 minutos y 15 segundos en volver a concentrarnos en una tarea después de una distracción. Minutos vacíos que al final de la jornada nos pesan. Vaya si nos pesan.
El deep work es un método pensado para aumentar nuestra concentración. Me concentro en una tarea sin hacer caso a todo lo demás. Nada de móvil, nada de whatsapps y nada de Instagram ni TikTok. Existen aplicaciones para controlar que no entremos, pero es tan sencillo como dejar el móvil en otra habitación.
Un truco que no esperas: nada de música de fondo. La ciencia ha demostrado el impacto de la música de fondo en la interpretación y concentración. De hecho, la música y el ruido interrumpen la memoria de trabajo verbal, y no es lo que queremos. Si tienes un trabajo que requiere concentración podrías probar como mucho con el ruido blanco.
Nada de multitasking
Voy a contarte un secreto: ser multitasking no es la solución para mejorar la gestión del tiempo y ser más efectivas en el trabajo. De hecho se ha demostrado que el cerebro no es multitarea, y según ha documentado la Universidad de Standford, intentarlo puede afectar a nuestra capacidad cognitiva.
Es mucho más productivo hacer las cosas de una en una, empezando y finalizando una tarea. Si tienes entre manos un proyecto más grande, puedes dividirlo en subtareas y centrar tu atención en una cada vez.
Respeta tu horario y tus tiempos de descanso
El hecho de tener una jornada con un horario de trabajo establecido nos permite organizar también los tiempos de productividad y los de descanso. Desde tomar un café hasta parar para hacer unos estiramientos y evitar los dolores de espalda, organizar estas pequeñas pausas ayudan a que el cerebro se despeje, trabajan la circulación y ayudan a cargarnos de energía para continuar la jornada.
Si organizas tu día y planteas pequeños momentos de pausa prefijados, tu cerebro estará preparado y podrás mantener mejor la concentración y la energía.
Cuida de tu espacio de trabajo
El desorden y la desorganización tienen, según la ciencia, un efecto acumulativo en nuestros cerebros. Evita el ruido visual, ya que el desorden puede hacernos sentir estrés, ansiedad y depresión, y si puedes, invierte en una buena mesa y una buena silla. Tu espalda te lo agradecerá.
Es importante la vida fuera del trabajo
Si quieres evitar la procrastinación, queda con gente y busca hobbies antes o después de tu jornada laboral. Te ayudarán a tener una mayor productividad porque estarás de mejor humor y con la cabeza más despejada.